Más allá de la forma...

Como seres humanos tenemos la necesidad de compartir experiencias, y de echo nos necesitamos los unos a los otros para ello. Pero realmente lo que estamos haciendo es verificar nuestras propias "creencias" acerca de la realidad y de nuestra vida. Creemos saber ciertas cosas hasta que las comprobamos y obtenemos resultados en función de la percepción que teníamos de estas, así es como pasamos de la "creencia" a la "certeza". 

Las "creencias" son limitantes, son conocimiento externo, adquirido y por lo tanto no verificado aún para saber si este es útil, ó no, en nuestro propósito vital. Dichas creencias condicionan todos los pasos que damos, además la creencia implica y genera la "duda". Al igual que no existe causa sin efecto, ni acción sin reacción, no puede existir creencia sin duda. Esta "duda" forja la dualidad de la vida, cuya pretensión es que escojamos una versión de la realidad, y aunque tengamos múltiples posibilidades de hacer las cosas, materialicemos solamente una.

La mente polarizada hace que esto ocurra en la mayoría de los casos, en toda decisión, y por lo tanto una parte de la vida se pierde cuando eliges la otra versión. De aquí surge la duda de que hubiera ocurrido si hubiésemos hecho lo contrario. Por lo que la creencia implica el error.

A diferencia de la creencia la "certeza" se forja de estas decisiones aparentemente erróneas. La "certeza" aumenta con la experiencia vital, y cuando esto ocurre el ritmo de interferencia en la vida se aminora. Nuestro ego vital tiene la necesidad de interferir, de cambiar la realidad por propios deseos de supervivencia para reafirmarse y hacer que la mente acepte la realidad que este ha creado. 

Sin embargo cuando la experiencia egoica te hace crecer de forma interior, creando un despertar de la consciencia, o una espiritualidad donde se unen mente y corazón, la necesidad de interferir decrece, debido a que en este proceso de aprendizaje desde la creencia a la certeza comienzas a saber y valorar quien eres y que quieres de la vida. 

Empieza a forjarse la consciencia del menos es más, donde el mínimo esfuerzo genera mayor beneficio y por lo tanto menor sufrimiento. La creencia y la duda atraen el sufrimiento porque no te permiten materializar todas las posibilidades que existen en torno a cada decisión importante que debes tomar en tu vida.

La certeza es individual e intransferible, es valida para ti y necesaria para desechar el sufrimiento. Ahora que sabes, debes implicarte sin escoger un camino u otro, sino que el camino que te marcas, la meta o propósito a seguir es justo el que tiene que ser para ti y no otro. Aquí las dudas ya han desaparecido y las bifurcaciones también, el camino queda desbrozado y es cuando se saborea y disfruta el proceso vital.

La "creencia" es una parte del proceso evolutivo de la consciencia para comprenderse y proyectarse en la vida desde la personalidad, este proceso es de "transmutación" y como la propia palabra indica crea cambios en la forma, sobretodo cambios vitales y también cabe destacar los cambios físicos que se somatizan por el impacto de las emociones que recibimos cuando estamos viviendo profundamente nuestras realidades. 

Todo esto genera la "enfermedad" cuyo proceso es depurativo, restaurador y de poner orden tanto en lo externo como en lo interno. Pero para ello se necesita primero descomponer para luego volver a componer, tanto la realidad como nuestro cuerpo físico. Es en este momento cuando el dialogo universal para que sepas si vas o no por el camino correcto hace aparecer la enfermedad física, que es degenerativa, o de descomposición, cuando acompaña el proceso de la creencia y la duda, y es regenerativa, y de composición, cuando verificas u obtienes certezas.

Por lo tanto la creencia como estado de la consciencia para pasar de la ignorancia a la sabiduría se acompaña de el proceso de "transmutacion" y genera la "enfermedad"  que como su propio nombre indica es el proceso de poner en firme u organizar, pero ahora sabemos que va desde la descomposición a la composción y esto es lo que oermite depurar el error.
Imagina un coche que tiene un fallo que no permite arrancarlo, se debe desmontar todo lo necesario para detectar la avería y una vez detectada y solucionada volverlo a montar, y probar su correcto funcionamiento. Pues es igual de simple este proceso que estamos hoy explicando.

Sin embargo debemos trascender todo lo que tenemos asimilado como procesos adquiridos con el paso del tiempo, para crear estados nuevos que aceleren estos procesos que la mente sostiene de forma tradicional como base de un proceso evolutivo y colectivo de la consciencia o del espíritu.

Para ello debes pasar de la "transmutación" a la "metamorfosis". Es decir debes estar más allá de la forma. Debemos no intentar cambiar la forma, debemos no interferir porque siempre hay una parte de ego que se proyecta en dicha creación. La "metamorfosis" es la consciencia de la acción que atrae la realidad que tu espiritualidad desea implicándose en la materia lo menos posible.

Este cambio en la percepción de la realidad se basa en el desapego emotivo, al desechar las emociones en tus decisiones, estas se hacen más precisas y "certeras", descartando las "dudas". La mente se vuelve objetiva, sensitiva, que no sensible; y al bajar el grado de emotividad la "enfermedad" como proceso se minimiza, con lo que el error en la vida es mínimo o inexistente. 

Lo que vives es una experiencia neutra donde ya no necesitas pasar por la consciencia del bien y del mal, de si es algo bueno o malo para ti, donde ya no pierdes el tiempo, donde ya no vas a la deriva en un mar de dudas, sino que atraes el camino correcto. Con el mínimo esfuerzo estas donde debes estar, y todo llega prácticamente sin esfuerzo, sin sufrimiento. 

La "metamorfosis" es un estado de la consciencia que permite autoanalizarse y todo lo que debes comprender acerca de ti y tu entorno ocurre en la mente sin proyectarse en la realidad, sin tener que vivirla y sin atraer las emociones que la vida nos da cuando la vivimos. Es una frecuencia de vibración más alta que el espacio y el tiempo, que la cuarta dimensión, donde la ausencia de materialización es lo coherente, donde que no ocurra aparentemente nada es lo normal.

De hecho no estamos acostumbrados a que lo que no nos ocurre es lo que más nos enseña, siempre necesitamos algo o alguien que nos aleccione, que nos diga que hacer, pero esto tiene los días contados, porque ahora eres un creador de realidades y tu compromiso es crear tu vida con los recursos universales, no con recursos de otros o incluso con los recursos propios que tu has creado desde el ego, sino que tienes recursos universales, información que te empodera y que te da beneficio. 

La vida no es sufrimiento, la vida que deseas no puedes crearla, debes atraerla, si la creas tienes la necesidad de verificarla de vivirla de forma emotiva, egoica. Si la atraes quiere decir que es una proyección de ti, que eres tu mismo proyectado en todo tu entorno, así como la luz del Sol que se proyecta en todo su espectro. Piensa que debes estar "más allá de la forma", más allá de tu forma fisica y copórea, y si lo percibes así tu creacion eres tu con diferente forma o aspecto pero sigues siendo tu. 
Es simplemente es un punto de vista diferente...


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